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Reunión Nº 74

 

 LA RESISTENCIA CIVIL: “ABSTENCIÓN” Y “CACEROLAZO”
  

Desde el 19 de diciembre de 2001, la Argentina se ha visto conmovida por la irrupción de un nuevo estilo de protesta, de manifestación de la disconformidad y de acción política, denominado “cacerolazo”. Se caracteriza por ser colectivo, pacífico, y desarrollarse sobre la base geográfica de la vecindad. 
Se trata de un ejemplo clarísimo de RESISTENCIA CIVIL, la que venimos 

pregonando y explicando desde los Centro Cívicos Patrióticos desde hace más de siete años, como una alternativa de lucha lícita y legítima, para enfrentar a los poderes mundiales del dinero que nos tienen sometidos.

 La “abstención electoral o la nulidad del voto” representa, también, un ejercicio práctico y útil de similar naturaleza y entidad al “cacerolazo”.
Ni el resultado electoral del 14 de octubre, ni el cacerolazo masivo iniciado el 19 de diciembre de 2002, pueden atribuirse a la prédica o a la acción de los CCP. Sin embargo, nadie nos puede quitar los méritos intelectuales y los que hemos realizado en el campo de la acción, en función de nuestros modestísimos medios. En su momento, participamos de estas ideas a varios sectores nacionales, pero nadie quiso escucharnos y mucho menos entender la necesidad de una nueva estrategia que se apartara de las rutinas políticas que repetidamente se practican desde hace más de 50 años. Ahora, que se ha probado que era una idea viable y realizable, alcanzando buenos resultados, aparecen algunos padres que pretenden tardíamente aprovecharse de lo que no quisieron ni se arriesgaron a sembrar durante el reinado absoluto del “modelo de dominación”.
Esta constituye una de las razones por la cual el éxito de la “abstención o la nulidad del voto” y del “cacerolazo”, no puedan ser capitalizados ni liderados por ningún sector nacional. Los pretendientes a hacerlo -con mejores medios y capacidades comunicacionales que los CCP o que podrían haberse integrado desde su propia identidad en esta tarea política común- no creyeron y, obviamente, no lo anticiparon, con lo cual llegaron improvisada y sorprendidamente a la mencionada experiencia histórica, sin ningún mérito ni preparación, indiferenciado del resto de la población.
Nadie podrá acusarnos de que no hicimos lo que imposible para llamar la atención de los sectores nacionales políticamente próximos. A fines de abril y durante Mayo del 2002, desplegamos públicamente un afiche en colores, que reproducimos en este artículo, en la cual definíamos tres enemigos como principales responsables de la dominación a la que estábamos sometidos. Ello hubiera servido para lograr una acción mancomunada que nos permitiera emerger como referentes de una situación que se encontraba en acelerada descomposición.
Es así como con extrema claridad, temprana y acertadamente se determinó que los POLÍTICOS (ladrones), los ECONOMISTAS (rematadores) y los BANCOS (esclavizadores) debían ser los blancos de la indignación y de la execración nacional. Pero todo fue en vano o, como alguien llegó a manifestarnos: margaritas tiradas a los chanchos. 
A más de tres meses de los trágicos acontecimientos de diciembre, otra vez pareciera que el “canto de sirena electoral” es más irresistible y atractivo que antes, pese a la degradante situación que se vive, ya que todo induce a apreciar que empeorará. Al no haber instrumentos concretos que faciliten el “golpe mesiánico”, pareciera que nuevamente – en los sectores nacionales- todo se reduce a posicionarse respecto a las elecciones presidenciales del 2003, que eventualmente podrían anticiparse. La “alquimia electoral” vuelve a ser una alternativa para algunos y ya se empiezan a ver los primeros intentos de retornar a la “enfermedad infantil” que nos tiene entrampados en la nada desde hace décadas. Como corolario de nuestros fracasos, tal vez, alguien tendrá que escribir –parafraseando a Lenin- “la alquimia electoral, enfermedad infantil de los sectores nacionales de la Argentina”.
Desde el 19 de diciembre pasado, ¿Qué cambió para bien de los argentinos? Nada. ¿Se han producido mejoras superadoras de las causas que nos llevaron a esta situación? No. ¿Cambió el sistema político y se han renovado los procedimientos y usos de la partidocracia corrupta y corruptora? No. ¿La población tiene expectativas más favorables respecto al futuro personal y colectivo? No, entre el 70 y el 73% tiene una percepción negativa (Ver Clarín del 10 Mar 02). ¿El pueblo vuelve a creer en los políticos? No, el 78% los rechaza. ¿Algún político ha logrado concentrar la mayoría de los apoyos? No, existe una dispersión total. ¿Ha sido superada la tendencia a la abstención electoral, el voto nulo o en blanco? No, el 18,4 % mantiene esa postura, mientras que el político con mayor intención de voto apenas reúne el 14 %. ¿Saldrá el país de la recesión y del desempleo a partir de Julio, como sugiere Duhalde? No, en el mejor de los casos y con la prometida ayuda de fondos frescos, por parte del FMI, tal vez, en abril del 2003 podríamos empezar a ver alguna reactivación. ¿Se ha relevado a la clase dirigente? No. ¿Mejoró el grado de autonomía del país? No. 
Si nada ha mejorado, porque nada ha cambiado, ¿ a qué se debe, entonces, que existan interesados que pretendan renovar las esperanzas en la alquimia electoral? Son meros impulsos irracionales, basados en un voluntarismo sin fundamento alguno y cuyo único sustento es la repetición mecánica y rutinaria de procedimientos del pasado. Sigue constituyendo un obrar sin objetivos y carece del mínimo sentido de la realidad, cuando no se trata de proyectos personales o de naturaleza inconfesable.
La valoración de la situación precedente, motivó que los CCP decidieran la necesidad de dar continuidad a la estrategia de RESISTENCIA CIVIL en sus dos modalidades más significativas:
  Mantener la “abstención electoral y nulidad del voto” en las próximas elecciones presidenciales (cualquiera sea la fecha en que se realicen), como la única forma legítima y genuina de derrotar a la actual oligarquía dirigente, expulsarla del poder y de terminar definitivamente con el Sistema o Régimen de Dominación implantado hace 150 años.
  Alentar el sostenimiento de la protesta contra la injusticia y la opresión del Sistema de Dominación (Cacerolazo). Aportando a dichos sectores de la población - con aptitud de escuchar y comprender- los conocimientos y fundamentos teóricos-doctrinarios que fortalezcan las acciones que intuitivamente el pueblo realiza en contra del Poder del Dinero (Bancos) que esclavizó a los argentinos, de los políticos que robaron y siguen entregando a la Nación, y de los economistas que remataron el país como consecuencia de la aplicación engañosa de la cultura de la deuda y del endeudamiento permanente.
  Interesar a otros grupos sociales o políticos a integrar una acción mancomunada en la consecución de las acciones señaladas precedentemente – abstención y cacerolazos de execración y repudio - a fin de constituir un punto de referencia para la opinión nacional y de concepción de los contenidos políticos-estratégicos-ideológicos de la REVOLUCION CONTRA EL PODER DEL DINERO Y SUS COMPLICES POLÍTICOS-ECONÓMICOS.


Centro Cívico Patriótico


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