Volver

 

 

Algunas ideas y sentido común desde Brasil

 

 

 

Con agradable sorpresa recibimos las cartas que a continuación se transcriben. Se trata de una señora que consultó nuestra Página WEB: www.patriaargentina.org. Con asombroso sentido común y claridad de ideas esta dama se atrevió a sugerirnos algunas alternativas para la solución de nuestros gravísimos problemas.
Pero lo que más me conmovió es leer de un extranjero, lo que en Argentina es tabú. Pero no se trata de un tabú para los grupos nativos y extranjeros que ejercen la dominación, sino – también- para una gran parte de la población o gente común, inclusive para los que se identifican como nacionales.
Gran lección de realismo, de parte de una persona que reconoce no tener ninguna preparación especifica y que tampoco abreva en la información diaria de los medios.
Que enorme diferencia con lo que he tenido que escuchar en los últimos veinte días en repetidas reuniones, más concurrida por figurones y vestales -recién ahora preocupados y muy desesperados- que por patriotas con sentido común. 

 

 

 

   Carta I
 

 

Brasilia, 29 de Abril de 2002.
Señores Editores:

Soy brasileña, bancaria, madre de cuatro hijos. Acompaño, horrorizada, los trastornos por los que pasan los hermanos argentinos. 
Estoy escribiendo para esta columna y ni siquiera se si ella es apropiada, pero desearía que esta carta fuese divulgada y, quien sabe, ayudase un poco en las ideas para recuperar tan espléndido país. La Argentina por lo que me consta es una Nación rica. Rica en productos naturales, rica en mano de obra calificada, bendecida por Dios en sus climas, su geografía y otros recursos más. Sin embargo, no logro entender el por qué de la crisis. Todo parece una historia de terror, una locura sin fin. 
¿Y si ustedes simplemente cerrasen el país? ¡Si! Cerrarlo. ¿Acaso lo que producen no es más que suficiente para saciar el hambre del pueblo argentino? Tengo certeza de que así es.
Simplemente, es así. Reorganicen todo, reinventen su propia nación, sin depender de otras. No exporten nada. Ignoren la deuda externa (esa a través de la cual el FMI quiere justificar más desempleo, para de esta forma soltar algún dólar miserable) Olvídense del maldito dólar. Creen su propia moneda, troquen internamente sus mercaderías, alimenten a su pueblo con sus propios recursos, dividan y compartan como hermanos el pan de cada día.
Si tienen la capacidad de reunirse para los cacerolazos, reúnanse, también, para el bienestar general. Vivan con lo que tienen y con lo producen, que tengo la certeza que no es poco. Si les falta el petróleo, carbón o cualquier otro producto que dependa de la importación, encuentren la forma de vivir sin ellos, busquen una solución para la emergencia, andando –por ejemplo- en bicicleta como los chinos; no viajando; usando transportes colectivos o solidarios; procurando ocupar a los trabajadores lo más cerca de su casa; y tantas otras ideas viables y posibles, usen la creatividad y la inteligencia para alcanzar el bienestar general. Organicen el trabajo solidario (1). Reconstruyan con garra, raza y orgullo su propio país. ¡Dense la mano mutuamente y sean autosuficientes!

Silvia Ramos Madeira
Brasilia – Brasil

(1) La palabra “mutirões” es propiamente de origen brasileño y define al “auxilio gratuito que se prestan los agricultores, unos a otros, - en la cosecha, cultivo, plantación- consistente en la reunión de todos los vecinos y trabajando en provecho de uno sólo” (Diccionario AURELIO).

  

  

  

   Carta II

 

Brasilia, 7 de mayo de 2002
Apreciado señor Alonso:

¡Qué alegría recibir una respuesta! Es lógico que en su periódico, encontrado para bien, será un honor muy grande para mi tener mi carta publicada. Mi interés y preocupación son genuinos, sinceros.
Estuve conversando con un amigo brasileño, que lee diariamente los periódicos, ve los noticiosos y se mantiene atento a los sucesos políticos. Para mi espanto él no considera mi carta anterior una estupidez. Hizo, apenas, algunos reparos a mi ignorancia. Por ejemplo, yo no sabía que su país es tan rico en petróleo, como para bastarse a sí mismo, pudiendo –inclusive- exportarlo.
Mi amigo considera que la salida para nosotros, América Latina, debería ser la independencia casi total, apenas exportando las sobras e importando lo estrictamente esencial. Al final, somos muy ricos en riquezas naturales ¿no es cierto?
El dice, por ejemplo, que la Argentina necesita de medicamentos, los cuales pueden ser provistos por el Brasil.. O sea, démosnos las manos en un bello adios al “yugo del Poder del Dinero o Imperialismo Internacional del Dinero que nos ha esclavizado de la peor forma, aunque todos los días y a toda hora nos hace creer que somos libres”, como lo expresó usted tan bien (Página WEB de Patria Argentina: www.patriaargentina.org)
Muchas gracias, un fuerte abrazo.

 
Silvia Ramos Madeira
Brasilia – Brasil

 

 

Volver


 

Periódico Patria Argentina - PatriaArgentina.org Copyright © 2000-2002

Hecho el depósito que marca la Ley 11723 - Derechos reservados.